viernes, 6 de enero de 2012

MEDIACIÓN EN MATERIA DE FAMILIA

Las técnicas de mediación han demostrado en la práctica tener la posibilidad de desarrollar una forma nueva y novedosa de enfrentar las crisis familiares, originadas por cualquier tipo de conflicto, ya sean estos afectivos, conductuales, o económicos; siendo estos últimos los que  mas incidencia negativa tienen en el índice de separaciones de las parejas y por consecuencia lógica en los divorcios.



Mediante el “diálogo entre las partes en conflicto” supervisado o dirigido por un tercero; se pretende en primera medida, disminuir la carga emocional del conflicto, que se convertirá a la postre en la parte fundamental para entablar una buena comunicación y así poder eliminar en gran medida los efectos negativos de los pleitos.

En un proceso de MEDIACIÓN un profesional imparcial, especialmente formado en las técnicas de Resolución Alterna de conflictos, brindara a las partes la ayuda necesaria para buscar soluciones consensuadas, mediante el dialogo, que les permitan conversar sobre los intereses comunes durante o después de la ruptura como pareja; y así conseguir acuerdos satisfactorios y duraderos que contemplen los intereses de todos, los involucrados padres, hijos y abuelos.


La función del Mediador es restaurar la capacidad de  la pareja de comunicarse, construir puentes suficientes que posibiliten, al menos un acuerdo, el cual sea el punto de partida para mejorar la comunicación, evitando las secuelas emocionales que un proceso contencioso tiene tanto en la pareja, como en el resto del grupo familiar, principalmente en los hijos.



La clave para llegar a unos buenos acuerdos es el convencimiento  que “nadie como los involucrados conoce sus problemas, a sus hijos y todas circunstancias que rodean el conflicto, por lógica nadie mejor que ellos mismos, para buscar las soluciones”.


VENTAJAS  DE LA MEDIACIÓN FAMILIAR

  • Busca acuerdos que sean justos, viables, sostenibles y de fácil cumplimiento
  • Confidencialidad garantizada: los asuntos privados se tratan entre las partes y el mediador. La intimidad familiar y personal es un valor a proteger.
  • Rapidez: El tiempo de duración del proceso de mediación es corto y ayuda a resolver en menos tiempo el proceso ordinario del cual se deriva.
  •  Conserva las relaciones entre las partes. Los hijos son los primeros  beneficiados. Pueden seguir compartiendo con sus padres los momentos importantes de su vida.
  • En una mediación con éxito nadie pierde es una formula “GANAR GANAR” y por lo tanto no se generan los resentimientos hacia la otra parte con la que se tiene una diferencia.
  •  Es extrajudicial: evita estrés al desarrollarse en un  ambiente cálido, confortable y relajado.
  • Es efectiva: lo que se acuerda voluntariamente tiene un mayor grado de cumplimiento que lo que nos imponen.
  • Evita secuelas emocionales que pueden perpetuarse en el tiempo y  condicionar negativamente futuras relaciones.

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